La manteca de Karité es la joya del cuidado de la piel en África, y con toda la razón, sus propiedades y características la hacen una todoterreno en situaciones extremas como la dermatitis y el eccema, los labios agrietados, los codos y rodillas secos y los culitos irritados.
La manteca de karité procede de una nuez africana, que se prensa para extraer esta grasa con textura de mantequilla.
La mayoría de la manteca de karité del mercado llega refinada y desodorizada, por lo que pierde gran parte de sus nutrientes y vitaminas. Esta es pura y sin refinar ni blanquear, tal cual se extrajo de la primera presión, conservando todas sus cualidades y su característico olor a nuez.
Llévala encima y úsala siempre que la necesites. Aplícala directamente en las zonas que necesites.
Envasada en tarrito de vidrio con tapa de aluminio, 100% reciclable y sin plásticos.
30ml.
De cultivo ecológico, con certificado BIO ACENE.
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